Crónica del viaje: Primer contacto con la montaña

Al llegar allí, nos llevamos la primera sorpresa del viaje; nuestra “chica” se dio cuenta que una de sus botas plásticas, se estaba cayendo a trozos, y nunca mejor dicho, los años habían hecho mella en ellas y qué mejor momento para renovar equipación que en Zermatt.
Pues lo dicho, manos a la obra y a buscar tiendas de material alpino. No tardamos mucho ya que entre tiendas de recuerdos y de material de montaña, hay para elegir y aburrirse de ver material.
Parecía que se nos resistía la montaña, pero no, a eso de las 11 de la mañana tomamos el telecabina que nos subiría de 1620m que se encuentra Zermatt, hasta los 2.583m que está la cota de Schwarzsee Paradise, donde abandonábamos la civilización para adentrarnos en la soledad de los Alpes.
Nos pusimos los crampones, atamos las mochilas y poco a poco fuimos reduciendo metros hasta llegar a las pasarelas y rampas metálicas que facilitan el acceso a la primera pared de la zona. En verano imaginamos la aglomeración de gente curiosa que quiere acercarse a ver el Matterhorn en primera plana y tomarse una cervecita contemplando el ambiente montañero que por aquí se respira, pero ahora no encontramos más que alguna huella de aventureros, como nosotros dispuestos a "conquistar" el coloso alpino de 4.448m de altitud.
Derretimos nieve para llenar las cantimploras y a eso de las 21.00hs recogimos y nos fuimos a dormir dentro del refugio Hörnli a 3.260m de altitud
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