Nuevo trabajo en La Granja

Y llegó el gran día. ¡Qué frío! cuando llegué a la plaza de los dolores, sentí eso, un dolor intenso en cuanto bajé de la furgo y es que la temperatura rondaba los -9 ºC, ahí es nada, y claro, uno piensa en que hay que correr, moverse, y no quedarse helado.

El ambiente comenzó tranquilo, pero con un buen rollito con todos los organizadores y voluntarios, como viene siendo habitual. Cómo se lo curran y sobre todo, te lo ponen todo a tus pies, solo hay que pedir, y ellos se dejan todo con tal de dar gusto a los que por allí nos adentrábamos.

A eso de las 10 de la mañana, la plaza estaba llena, de animadores, corredores y público en general, pero la temperatura seguía sin querer subir, - 6 ºC, eso si, todos como lagartijas buscando un pequeño resquicio donde diera el sol.

Nuestro trabajo, pues como siempre, genial, Cris en su linea dándolo todo; la Moni dispuesta y lanzada al esquinazo, jmjo qué vamos a decir de él, lo más y por sorpresa nuestra Celia también aportando su gran grano de arena, y mientras yo pateando el terreno. No tengo por más que agradecer a todos ellos su disposición y predisposición para con cplaconquista.

El fruto ahí está: Acceso al video

No es el definitivo, es un pequeño adelanto para no dejarlo en el olvido, y que la gente que lo busque, lo encuentre. Pronto nos pondremos en marcha y dejarlo a gusto de todos.

En el tema de la mega-comida, ¡qué gente!, hasta la cocina que entramos, y es más, hasta el caldo nos metieron, qué bueno, se nota que el frio hace estragos en los cocineros y hay que amortiguar el impacto de las horas, qué tajá llevaban algunos, pero que buen rollo.

Lo peor de todo, las colas, pero claro, todos queremos meternos, y donde regalan..... pues eso.

En resumen y sin enrollarme más, dar un DIEZ bien grande a toda la organización y que la III edición sea al menos igual que la presente, aunque no estaría de más subir las temperaturas.

y aquí alguna fotillo de los amigos:

Ahí, estamos los sufridores en pleno apretón. Creo que repetiré el correr por la zona.

El sol se agradeció, pero te metías en las sobras, y tela marinera.

El terreno en el descenso, por suerte, no estaba tan mal y fue muy corrible.