El poder volar por lugares tan emblemáticos como el castillo de Turégano, es un auténtico placer.
Su situación vista desde cualquier punto cardinal, deja boquiabierto a cualquiera.
Hace unos años, daba pena ver cómo la falta de cuidado y fondos, lo dejaban echar a perder, pero gracias al empeño de sus vecinos y ayuntamiento, hoy resurge y seguro que en breve podremos deleitarnos con sus piedras limpias y bien colocadas.
Gracias a un amigo y al Ayto de la localidad, hemos conseguido volar nuestro drone, dentro de la Iglesia del castillo, y ha sido con dos objetivos diferenciadores:
- para llegar a lugares que necesitarían de andamios y equipos costosos al objeto de realizar labores de investigación.
- y para realizar un pequeño vídeo - reportaje del interior de la misma
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