Crónica del vuelo
Fieles a nuestra cita, y con absoluta puntualidad, el pasado día 31 de diciembre, estábamos todos en el lugar desde el que despegan los globos, esperando para vivir una experiencia única.
Mientras otros globos se iban preparando, nosotros 
hacíamos lo mismo con el material de filmación, hasta la llegada de nuestro anfitrión y gerente de la empresa globosboreal.com
Javier Tarno, no tardó en bajarse de su vehículo y venir a saludarnos, a partir de ahí, todo fueron facilidades por parte de todo su equipo. Gente profesional, simpática y divertida.
Fuimos poniéndole al día de nuestro guión, y a la vez él, nos indicaba como proceder.
Bajada de la cesta del remolque, esparcido de la vela, y por fín, el llenado de la misma con aire frío.
Qué maravilla, poder meterse ahí dentro y sentirte como en el interior de un gran edificio, eso sí, lleno de colorido y pensando en la gran magnitud de la misma.
Cuando el globo ya estaba bien inflado, llegó el momento de levantarlo y para ello, Javier puso los quemadores en marcha y el aire caliente comenzó a soplar hacia el interior, poniéndolo firme en pocos segundos.
Mientras cámara y presentadora se disponían a subir a la nave, los otros dos cámaras del día, estaban filmando todos los detalles alrededor nuestro y una vez partiéramos, corriendo a por los coches e ir en busca de grandes imágenes desde el suelo.Los nervios estaban presentes en todos los pasajeros del día. Nosotros como invitados, aún más, porque teníamos la responsabilidad de realizar un gran trabajo, cosa que tendréis que decir vosotros.
Sin darnos cuenta, nos separábamos del suelo, con una suavidad absoluta, y la sombra del globo, relucía en los campos segovianos.
Poco a poco nos acercábamos al casco histórico de 
la ciudad. ¡¡¡Impresionante!!!
Sobrevolar los tejados de ésta gran ciudad, pasar por cima de su Catedral, dejando los grandes monumentos a nuestros pies, son placeres indescriptibles.
Mientras Cristina, no paraba de preguntar a Javier, y éste nos explicaba todo el proceso de vuelo al detalle,
Los pasajeros, embelesados, no abrían ni la boca.
Un gran vuelo de algo más de una hora, precedía al aterrizaje de la nave, que al igual que su despegue, fue suave y sin percance alguno.
La nota predominante, el buen ambiente, las magníficas vistas y sobre todo nuestra gran aventura en globo.
Whilly Fog, ahora te entiendo….
Gracias Javier, a tus colaboradores y a tu Empresa globosboreal.com
Genial la aventura para el fin de año. Nada más y nada menos que en globo. Y no con cualquiera sino con todo un campeón como Javier Tarno.
ResponderEliminarUn placer se mire por donde se mire.
Es que no hacía ni frio............... jejejee