De aventuras aéreas

Y al cielo que nos fuimos. Tanto tiempo queriendo imitar a los pájaros y por fin llegó el día.
No se podía perder la oportunidad, fue dicho y hecho.
A nosotros que nos hace falta poco para aventurarnos en cualquier actividad propuesta, tuvimos que organizar en horas toda la actividad, programación, guión, preguntas, etc... y para el aeródromo de Fuentemilanos que fuimos.
Con permiso del Gerente de la instalación, Gustavo, disfrutamos de una actividad nueva para nosotros, de la cual estamos hartos de verla en la distancia, y al fin ahí estaban nuestros chicos Javi y Cristina, deambulando entre los pájaros.
El primero en despegar del suelo, fue el señor cámarca, que aunque no lo hizo en velero, si estuvo grabando desde la avioneta remolcadora, de la mano de Pedro el piloto remolcador, sintiéndose como dentro de una cafetera, a 800 metros del suelo. Qué sensación eso de llevar detrás como equipaje, un velero pilotado con una dulzura extraordinaria, por Antonio.
Éste tipo de naves son auténticos pájaros mecánicos, liberos, sencillos y a la vez cómodos.
Los invitados disfrutan en primera línea de todas las sensaciones que ofrece ésta aventura, despegar, volar, soñar y aterrizar, todo, sin mover un solo pie.
1200 metros de pista para levantarse del suelo, de los cuales sobra la mitad, tanto para lo uno como lo otro.
Y todos allí como si estuviéramos en casa, andando por las pistas, tocando las naves y haciéndonos todo muy fácil.

Nuestra querida reportera, fue la primera del equipo en subirse al velero y claro, no paró de hacer preguntas al piloto, cámara en mano.
El guionista fue el último, pero no por ello el peor, aunque al piloto le hubiera gustado ponerle los pelos de punta.
Fue el más espectacular, con vuelo rasante sobre nuestras cabezas y un aterrizaje a lo largo de toda la pista, entrando casi directamente en el angar.
Impresionante jornada de aventuras aéreas.
En las fotos vemos a Javi en pleno comienzo de la actividad; la segunda se ve perfectamente el velero y en la tercera está la otra parte del equipo con el encargado del bar, tomando nota de todo lo relacionado con el mundo de los veleros y del aeródromo.

Gracias a todos, en especial a Antonio (piloto velero), Pedro (piloto remolcador), Gustavo (gerente del aeródromo), Mariam (por facilitarnos toda la actividad) y a todos los que nos acompañásteis.