El regreso

Ya hace unos días que volvimos y aún pendientes de ese paso, ese movimiento, esa meteo, ese algo que nos falló o que no pudimos dar.
Ha sido una experiencia fantástica, encontrarnos solos ante ésta magestuosa montaña.
Cuando digo solos, es la pura realidad. En todos nuestros planes contábamos con encontrar a alguien, ya fuera en el refugio Hornly, o bien durante la aproximación, pero no ha sido así, y por ese motivo nos ha costado tanto trabajo el acercarnos.
¿A veces os habéis puesto a mirar algo, y no paráis? ¿Alguna vez os habéis sentido atraídos por algo que no habéis podido resistir? El Cervino cumple ambas cosas, lo miras, miras y remiras y no te cansas de hacerlo.
Desde Zermatt (primer sitio donde se hace visible) ya ves el coloso e imponente pedrusco que se tiene delante, y según te vas aproximando, la sensación crece; ya no os digo cuando lo tocas, lo sientes, lo quieres.... impresionante.
Claro que nos han quedado ganas de hacer cosas ahí arriba, pero bueno, ahí seguirá para futuras ocasiones venideras, y si no es en ésta, habrá muchas más.
Agradecer a Jose toda la información que nos iba pasando día a día con la meteo, era cuadriculada, si ponía que a las 12 se iban las nubes, así ocurría. También por el trabajo informativo tanto en éste blog, como en las webs.
Agradecer a nuestras familias el recibimiento tan caluroso, y eso que solo han sido seis días, pero sobre todo por quitarles las preocupaciones que tenían con nosotros tan lejos y en un lugar tan peligroso.
Y Agradecer a todos los que habéis estado pendientes de nuestro día a día, os aseguramos que en cuanto podamos seréis partícipes de nuestra pequeña aventura.
Gracias.

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