Hoy, ..., sin título

Qué lamentable el estado de la Nación. Una vez más los políticos o apolíticos, da igual decirlo de una u otra forma ya que da pena escucharlos con sus declaraciones de intenciones, nos vuelven a dar muestras de su mal-hacer.
Se critican todos, se tiran los platos a la cabeza y los que pagamos el pato, somos los ciudadanos de a pié.
Al otro lado del mundo, siguen las complicaciones en Haití, y no levantan cabeza. A los ya penosos acontecimientos, se le van uniendo periódicamente nuevas réplicas de movimientos sísmicos.
En lo que más nos toca de cerca, seguimos disfrutando de nuestra magnífica montaña segoviana, aunque en ésta ocasión en el lado madrileño.
Un cúmulo de sensaciones realizando la actividad con la que más disfrutamos.
Ni el mal tiempo, aleja los malos espíritus de la montaña. Una vez más, los parking completos. Los conductores a su bola y de los peatones, no tenemos palabras. Parece Sodoma y Gomorra, cada uno hace lo que quiere sin contar con los demás.
Una romería de gente, todas en la misma dirección, y es separarnos un poco de las rutas normales y encontrar lo que buscamos. Tranquilidad, soledad y disfrute pleno.
No todos los días, los cuerpos nos responden por igual y ese es el gran misterio, a veces cuándo más quieres realizar actividades, la cabeza tira más que el cuerpo.
Para eso siempre tenemos un plan “B”. Lo que necesitamos es cuidarnos un poquito y tratar en lo posible de llegar en condiciones al momento deseado.
Por otro lado, tenemos mucho trabajo que realizar, menos físico pero más manual, psíquico y laborioso. Seguimos en la brecha y avanzando poco a poco.